18 de marzo de 2011

Opina ..... luego existes

La actualidad en muchas ocasiones nos hace reflexionar, eso siempre es interesante ya que de ahí podríamos aprovechar para mejorar algunos de las facetas que nos pudieran llevar a eso que llamamos progreso.
Pero hay algunas premisas que deben cumplirse para que las crisis sirvan de catalizador a la mejora de la situación anterior, me voy a permitir opinar sobre algunos de los errores que veo al respecto.

Nos está tocando vivir, en mayor o menor medida, tres crisis simultáneas, la económica, la social y la derivada del maremoto de Japón.
Totalmente distintas unas de otras pero que llegan a nuestra sociedad a través de medios de comunicación, incluidas las redes sociales, dónde ha ganado terreno la opinión respecto al relato de hechos quizá precisamente por la facilidad que proporciona internet para trasladar los hechos.


Ya no sólo opinan, en los medios,  los profesionales más o menos preparados sino que “todos” “manipulamos” los hechos con lo que cada día es más difícil distinguir si lo que dice un twitter en una página de un periódico es real, exacto para ser correcto, o incluso si las imágenes de youtube que vemos están tomadas el día que nos comentan o es de otro anterior.


Siempre ha sido importante evaluar la información que nos llegaba y por lo tanto desarrollar el sentido crítico que te permitiera separar grano de paja o populismo de propuesta seria, sin embargo la velocidad con que hemos avanzado tecnológicamente me temo que no está siendo seguida al mismo ritmo por la capacidad de distinguir ente otras razones por la falta de tiempo.


Los errores a los que me refiero y que contribuyen a la confusión son en primer lugar, los errores de diagnóstico, tan clamorosos en el tema de la crisis económica como se ha demostrado, entre otras formas por la dificultad en encontrar soluciones, pero también presentes en los comentarios rápidos que se han escuchado en los medios respecto a las rebeliones en los países Árabes dónde por ejemplo se ha exaltado en exceso el valor de las redes y menoscabando el del ejercito que al final ha demostrado ser (nos guste o no) el que ha dado o quitado éxito a las rebeliones como se está demostrando en Libia o vimos en Túnez.


Claro que como todos queremos opinar no importa confundir maremoto con terremoto o decir que en Japón deben sustituir energía nuclear por hidráulica sin considerar el nivel de explotación ya existente. Lógicamente partiendo de ese punto es fácil incurrir en errores de análisis tan habituales en las tertulias, una de las que más me exaspera es la que estos días está presente en todos los medios referida a la energía nuclear; por mi formación y mis ideas creo en las energías renovables como el que más pero precisamente por eso echo en falta “hechos y datos” antes que opiniones que puedan aportar algo de información al tema en lugar de verter opiniones populistas que confunden.

Mi grano de arena: Cualquier discusión pública sobre energía debe partir de considerar los dos parámetros indisolubles que intervienen en sociedades como la nuestra, “oferta y demanda”, ambas pueden alterarse mediante diversas formas, pero quizá por que no sea popular a nadie le escucho decir que si redujéramos un 20% el consumo o pagáramos a su precio la energía, habríamos avanzado enormemente hacia la solución, mientras no se profundice más sobre esta segunda parte, el consumo, cualquier discusión deriva hacia la pura demagogia y consecuentemente lleva a plantear soluciones erróneas.


Por último como elemento presente en muchas de las opiniones de los medios y que considero un lastre muy importante a la hora de evaluar las distintas crisis por las que atravesamos está lo que resumiría en la culpa es de los demás.

En algún blog anterior comentaba mi opinión referida a la crisis financiera dónde siendo las constructoras y financieras las mayores culpables de nuestro problema, la culpa mayor la tenemos quienes hemos llevado la deuda privada a niveles desproporcionados respecto a los ingresos o hemos creado una sociedad dónde vivir en piso de alquiler parecía un indicador social con tintes negativos; si hablamos de las crisis en los países árabes podríamos reflexionar algo también respecto a nuestra posición individual, por ejemplo en algo tan simple a la vez tan necesario para evitar los niveles de pobreza como es nuestra posición respecto al mercado de los productos de esos países dónde es habitual escuchar que la fruta o el pescado es mejor por ser de aquí como si el “allí” estuviera apestado. No es que vayamos a solucionar sus problemas comprando un kilo de merluza pero quizá hay que empezar por ahí.

Por otro lado como decíamos en el tema de la desgracia de Japón la mayor parte del tiempo nos la pasamos escuchando y hablando de qué ocurre con las centrales, cuando debiéramos estar más pendientes de la situación de los desaparecidos y de los que están luchando por ayudar a evitar un mayor daño a los demás pero como lo importante es opinar seguiremos escuchando, para todo, que la culpa es de ....... .


Por resumir hace algunos años hablábamos de lo importante que es aprender a analizar textos, hoy además es fundamental aprender a discernir entre los hechos y las opiniones a una velocidad probablemente superior a nuestra capacidad de asimilación.

(un último ejemplo : ayer a las 20h muchos medios publicaban que se había aprobado por la ONU una propuesta sobre Libia que realmente fue aprobada a las 23h58´)


Esto es sólo una opinión más

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