1 de octubre de 2009

Economía y Ley d´Hondt

En medio de las críticas a los Presupuestos presentados por el gobierno al parlamento y tras escuchar las opiniones cruzadas al respecto tanto por los partidarios de las mismas, los detractores, los economistas, los medios, los políticos más o menos disidentes, etc... se me acumulan las reflexiones que trataré de expresar en este blog.
TODOS los pequeños empresarios estamos avisando que una subida de IVA en tiempo de crisis, aún cuando no sea en su peor fase (julio 2010), no provocará la recaudación calculada y por el contrario generará mayor economía sumergida, además de ralentizar la actividad, si se trata de un cebo para provocar la aceleración del consumo previo a la subida es que estamos ante el marketing de los juguetes, decir que se agota para crear ansiedad consumista, vaya seriedad.
La recaudación por impuesto de sociedades ha bajado un 30%, en ese contexto a las PYMES, por mantener el empleo se les baja el impuesto un 5%, es decir que precisamente a las que dan pérdidas y peor lo están pasando no se les incentiva, con lo que seguirán reduciendo empleo, o lo que es peor, alguno usando la picaresca que ya se detecta de empleos sin contrato.
Un cálculo elemental de lo publicado nos hace ver que la retirada total de la deducción de los 400€ a las rentas del trabajo provoca que respecto a la situación del año anterior haya un crecimiento muy elevado en la fiscalidad, para las clases medias, sin embargo como si no supiéramos calcular oímos constantemente que quién lo va a soportar son las mayores fortunas, sin dar ni siquiera la mínima explicación salvo la de que todos tenemos que contribuir.
Está claro que para el cálculo del estado un pequeño porcentaje en las rentas del capital producirá mayores ingresos cuanto mayor sean las rentas, pero parece impropio de un gobierno no darse cuenta que los grandes números del estado no son lo que vamos a percibir los ciudadanos y que no se valora igual un 3% cuando las rentas son de millones de euros, aparte lógicamente de que para eso están los asesores financieros que pueden pagarse esas fortunas, para evitar esos pagos.
Por otra parte el otro gran partido gobernante en el país (las comunidades autónomas también son gobierno) presenta hoy mismo en el debate de la Comunidad Valenciana, que es precisamente de las que más sufre la situación económica y con mayor déficit, como su mejor propuesta para salir de la crisis, la construcción de más viviendas (eso sí ahora de vivienda protegida construida por los amigos), como si no hubiera viviendas en el mercado, o un exhaustivo detalle de los proyectos que dicen, ahora sí, van a desarrollar de la ley de Dependencia. Muy poco creíble tras lo mostrado hasta ahora.
¿Y de la economía productiva qué? No sería urgente además de subir impuestos, facilitar e incentivar la creación de empresas, cooperativas con lo autónomos que han descubierto lo difícil que es marchar sólo en tiempos de crisis, nuevamente incentivar la capitalización del paro, es decir propuestas a medio plazo pero que confieran credibilidad al esfuerzo que deberemos hacer los “de a pié”, no sólo basándose en el mantenimiento del gasto social.

...... ¿Y a qué viene lo de mezclarlo con la ley d´Hondt?
Pues a que me niego a creer que la clase política no sea capaz de desarrollar otras ideas más innovadoras en lo económico, que sean incapaces de observar la realidad de la calle, de unos créditos todavía insuficientes para las empresas, dónde hay que legislar pensando en incentivar a los emprendedores, dónde hay que cambiar la legislación de sociedades anónimas para salvaguardar mejor a los accionistas de los ejecutivos de la banca, dónde hay que darle a la Ley de Dependencia mayor desarrollo económico, etc... y por supuesto dónde hay que cambiar la financiación de los partidos políticos para que sepamos quién paga a los partidos políticos y no sólo los trajes.
Pero tenemos a los partidos mayoritarios todo el día en la disputa constante pensando en los posibles votos de unas próximas elecciones. Son incapaces de sentarse a generar sinergia que permita construir acuerdos que devuelvan tranquilidad y confianza. Por eso estoy convencido que el bipartidismo al que hemos sido abocados por la combinación perversa de la ley d´Hondt y el dichoso 5% de votos mínimos, está llevando a este país a una constante pelea dual dónde las discusiones constructivas no tienen sitio y con ello nos vemos obligados constantemente a aceptar como bueno lo menos malo.

¿La solución es que se incremente el número de partidos? Quizá en si mismo no, pero cuando hay variedad de posturas siempre se enriquecen las decisiones, además la preocupación que en su día había por alcanzar mayorías gobernantes ya no existe a la vista de la experiencia.
Una sociedad tan plural como la nuestra no puede estar representada sólo por dos partidos de índole nacional que ante situaciones como la actual están más preocupados de ganar o recuperar terreno en votos que en buscar soluciones consensuadas a los temas económicos, que ahora mismo son la preocupación principal de la mayoría de ciudadanos.