Como decía en mi último blog, los indignados han alcanzado el nivel de hartos, no hacía falta ser adivino, pero sí tener claro cual sería el devenir de un país dónde sus dirigentes en lugar de actuar discuten entre ellos para tratar de evitar la pérdida de votos de los que creen en sus promesas de campaña. Ahora me voy a atrever con lo que vienen llamando pomposamente la Ley de Emprendedores.
Siempre he procurado construir mis opiniones sobre Hechos y Datos y puede parecer que en este caso, al anticiparme a la publicación, no lo estuviera haciendo, pero no es exactamente así, me baso en hechos para anticipar mi opinión de que este será otro fiasco.
Hablo de datos ¿qué han hecho este gobierno y el anterior en su fase final para llegar al dato más relevante de sus mandatos, los 5 y ahora 6 millones de desempleados?. Lo primero que ha hecho el gobierno de Rajoy fue la llamada reforma Laboral que de entrada ya demostraba que priman los intereses de la gran empresa, no solo respecto a los empleados por cuenta ajena, sino también respecto a las pequeñas y medianas empresas ya que si ya estábamos en cinco millones era por que los problemas de las Pymes así lo provocaban. La reforma podía incluso considerarse importante por los que nos prestan dinero (fondos y bancos), pero desde luego no era urgente y por eso no ha aportado nada positivo, al dato me remito, 6M. Los despidos por causas objetivas ya estaba inventado y ampliarlo sólo ha servido para las grandes empresas que además lo han usado mal como se ha visto en la última sentencia del supremo rechazando los EREs realizados bajo esta norma.
Como gran idea innovadora se presentó los incentivos para la creación de los “mini-mini jobs de autónomos jóvenes”, es decir bajada de cotizaciones a jóvenes menores de 30 años que se lanzan a contratar a otro joven e inician una nueva empresa, según la ministra 30000 empleos creados, según la realidad modificación de contratos. Es decir en lugar de incentivar que las empresas que funcionan a que amplíen plantilla y los jóvenes cojan experiencia, el gobierno provoca que entren a un mercado recesivo jóvenes que se endeudarán y dentro de dos años tendrán que cerrar en su mayoría (lo siento), pero eso sí permitirán a algún Maquiavelo de los datos decir que hemos mejorado la productividad, claro así cualquiera!
Los datos, sin embargo son manejables y es curioso escuchar a ministros como el de hacienda que además de tratar de tontos a todos los que sí saben usar las hojas Excel, usa los datos para justificar sus decisiones y no al revés como debiera ser; el problema es que El Dato de 6M de parados demuestra entre otras su ineficacia para recaudar ya que doy por sentado que el problema humano no le interesa por su forma de expresarse.
· Los incentivos a la contratación: Exención de las nuevas cotizaciones a la Seguridad Social a las Pymes que incrementen plantilla durante los próximos dos años.
· Incentivos a la inversión: El ICO debería ser parte de la banca pública ya que la hemos salvado con nuestro dinero y dar crédito a las Pymes para proyectos de inversión y gasto (compras a otras empresas del estado) sin las cortapisas que lógicamente provoca la banca comercial.
· Reforma de las Prestaciones por desempleo, pero en sentido inverso al que suele plantearse, es decir en lugar de penalizar al que encuentra trabajo (sí, sí se penaliza por la vía de reducción de derechos adquiridos), incentivar la búsqueda activa mediante creación de un fondo para el trabajador que no se elimine al encontrar trabajo sino que se acumule a la futura generación de derecho a la prestación. Se ha mezclado demasiado por los políticos y tertulianos los conceptos subsidio y prestación haciendo que adquieran efectos perniciosos, la prestación es una devolución de lo que ha pagado el trabajador y el empresario.
· Reforma de las Prestaciones por desempleo, pero en sentido inverso al que suele plantearse, es decir en lugar de penalizar al que encuentra trabajo (sí, sí se penaliza por la vía de reducción de derechos adquiridos), incentivar la búsqueda activa mediante creación de un fondo para el trabajador que no se elimine al encontrar trabajo sino que se acumule a la futura generación de derecho a la prestación. Se ha mezclado demasiado por los políticos y tertulianos los conceptos subsidio y prestación haciendo que adquieran efectos perniciosos, la prestación es una devolución de lo que ha pagado el trabajador y el empresario.
· Y como cuarto punto plantearía la necesidad de conseguir Consenso en aquellos aspectos que siendo igual de importantes no son tan urgentes como para legislar bajo la presión de la crisis ya que estamos viendo los errores que eso provoca.
Entre otros temas habría que corregir los vaivenes legislativos referidos a Pensiones, Ley de Transparencia, Administración Pública (especial cuidado a las empresas públicas), forma de Estado, y demás aspectos dónde la carga ideológica hace que los cambios que realiza uno sean modificados al cabo de cuatro años por otros.
Respecto a la Ley de emprendedores además no me gusta la denominación ya que como decía hace poco un emprendedor joven de éxito, en este país un emprendedor está bien visto hasta que triunfa y entonces le llaman empresario como castigo.
Así pues el que haya llegado en su lectura hasta aquí, ¡que paciencia!, ya tendrá claro por qué mi escepticismo sobre la próxima ley de Emprendedores ya que me temo que ni contendrá ninguno de los aspectos que planteo ni otros que los mejoren, ojalá me equivoque.