6 de mayo de 2010

El lenguaje no es inocente, Especulación e inversión ética.

Resulta curioso observar cómo en el mundo de las finanzas se ha ido construyendo un lenguaje específico que persigue la ocultación de los significados para los legos, reservando la comprensión de su verdadero significado tan sólo para los expertos.
Hasta aquí lo mismo que en otras tantas profesiones, pero el problema es que esa ocultación es una de las mayores responsables de la Crisis que estamos sufriendo durante estos últimos tres años y a pesar de tímidos intentos, no parece que vaya a conseguirse las mejoras en los mercados financieros que a bombo y platillo los políticos prometen, bueno al menos algunos al menos lo intentan.

Usando el lenguaje coloquial voy a permitirme “definir” algunos de los términos que están siendo utilizados para ocultar los “manejos” que han ayudado y lo siguen haciendo, a la situación actual:

Invertir a corto: Invertir en que a algo le va a ir mal, es decir va a bajar su valor, todos diríamos "a la baja", pero en ese caso todos sabríamos de que están hablando los especuladores cuando hablan en dichos términos.


Derivados: producto financiero cuyo valor se basa en el precio de otro activo llamado "subyacente" es decir que está oculto (diccionario de la lengua). Esto significa, por tanto, invertir  sin conocer, interesarse y menos preocuparse por el objeto en que realmente invierto. Un ejemplo claro serían los fondos inmobiliarios, los cuales venden en otro país un trozo de mi casa. “Armas de destrucción masiva para el sistema financiero” dice Buffet, uno de los mayores inversores estadounidenses.

Futuros: O lo que es lo mismo, apuestas en una ruleta trucada por los propios apostantes, ya que se invierte en que algo subirá o bajará y de esta forma se genera en el mercado una proyección psicológica que lógicamente, en muchos casos, es atendida (conscientemente o no) por los inversores.

Warrants y Turbos: Se diría que se refiere a aceleradores de algo, y realmente son fórmulas diseñadas por los inversores para apostar poco, arriesgar por lo tanto poco, y finalmente ganar altos porcentajes sobre la inversión. Cuando esto se traslada a los grandes inversores genera que con un riesgo muy inferior al de los bienes, se influye sobre los valores de forma desproporcionada por la vía de indicadores de tendencia.

Economía de Mercado: La mayor de las manipulaciones lingüísticas, la tan defendida o vilipendiada según el signo de quien la juzga. Sin embargo gran parte de los manejos económicos de los que estamos hablando no corresponden a la misma ya que como digo el mercado no puede realmente actuar sobre algo que está escondido o en el que hay engaño. ¿Entonces si no es mercado qué es? tan sencillo como Especulación que el diccionario define en una de sus acepciones más acertadas como: “procurar provecho o ganancia fuera del tráfico mercantil”.

CDS (Credit Default Swap): otro de los productos derivados que están distorsionado el mercado ya que es un seguro sobre impagos pero que está siendo utilizado por los especuladores para obtener beneficios cuando algo “se quema”, quienes son los mayores sospechosos cuando hay incendios? No se busca siempre en los que tenían un seguro sobre el terreno?. Sin embargo en el mundo financiero se les dan bonos.

Ahora bien, no estoy diciendo que estas figuras sean ilegales, sólo digo que su utilización suele ser, cuando menos, carente de ética mercantil. Dicha ética existe y por eso cada día más se desarrolla la Responsabilidad Social Corporativa, pero estos usos muchas veces la oscurecen.

Sin embargo existen dos vías claras para contrarrestar este engaño económico, una es una tasa específica sobre los rendimientos de estos productos de riesgo y otra es su prohibición.

Como está claro que esto último no llegará, al menos conviene que todos conozcamos algo más de las fórmulas que permiten que la banca y las financieras que se mueven a su sombra vuelvan a ser los grandes beneficiados, mientras los demás les llevamos nuestro dinero para que sigan “manejándolo” mediante algunos de estos productos o prestándolo al 700% del precio de compra, eso sí si puedes firmar un aval.

Todo ello a pesar de que estos días leemos como desde muchas tribunas expertas se exige regulación y transparencia en las figuras de inversión, pero es imprescindible que esa transparencia sea global y me temo que el reparto del poder hace casi inviable demasiadas mejoras. Además salir de sus redes es difícil, basta ver como cuando una empresa que se ha equivocado clamorosamente en las valoraciones del riesgo de algunas de las mayores quiebras en EEUU, dice algo sobre algún país, provocan una movida enorme cuando realmente debiéramos haber aplicado el famoso ............... “por qué no te callas”.