4 de febrero de 2010

La Seguridad Social y el Pacto de Toledo

Hace algún tiempo descubrí esto de los blogs siguiendo en principio los escritos de aquellas personas que me resultaban más interesantes sus comentarios.  Ahora descubro otro aspecto curioso: que satisfactorio es ver como pasado cierto tiempo, algunas de las ideas expuestas en blogs anteriores toman nuevos bríos como consecuencia de los cambios que van dándose en nuestras sociedades, me explicaré:

Leo en el documento presentado por el gobierno al Pacto de Toledo, después corregido en algún aspecto, que el mismo se fundamenta en las siguientes estrategias:” Sostenibilidad, equilibrio, respeto a los derechos de los pensionistas, globalidad, Transparencia, Equidad, pacto de generaciones, gradualidad y mejora en el servicio y en las previsiones complementarias”. Dedica el documento 25 páginas a aspectos organizativos, no por eso poco importante, que podrían resumirse en pasar a los presupuestos del estado lo que le corresponde y simplificación de los organismos que gestionan la Seguridad Social.


¿Quién va a estar en desacuerdo con todos estos planteamientos?

Sin embargo a partir de ahí el documento despacha los aspectos de mayor discusión popular con una simpleza que resulta cuando menos inquietante.
Con tres (no es una expresión es un número exacto) tablitas referidas a esperanza de vida y evolución de número de pensionistas, se ponen ante la opinión pública conclusiones tan discutibles como alargar vida laboral a los 67, riesgo de quiebra del sistema, posibles recortes en las pensiones de viudedad, posible cambio del mínimo de 15 años para cobrar la pensión mínima, cambios en las pensiones de viudedad un tanto confusos,...
Como decía, hace años vengo exponiendo una serie de opiniones que al estar escritas, incluso en el blog correspondiente, no puede decirse que sea un comentario oportunista, que en el fondo coincide con casi todos los principios expuesto pero que sin embargo me permiten discrepar de alguna de las propuestas escritas y sobre todo de varias de las que no figuran en el documento pero que se han lanzado quizá como globos sonda: paso a comentar algunas de esas discrepancias respecto a la propuesta:

-Por qué 67 y no 66 o 68. Hablar de un superávit de 66M€ al tiempo que se exige más tiempo a las generaciones que lo han producido resulta poco Equitativo. Incrementar un año en la próxima década puede ser suficiente si realmente mejora la eficacia en los temas mencionados en el documento como son los ahorros en los organismos de gestión, la eficacia en la detección de fraudes, la reducción de pagos por invalidez o viudedad que no supongan sostén familiar o la mejora de las pensiones complementarias que permitiría una paulatina reducción de las pensiones, por ejemplo en jubilaciones anticipadas.
-Aspecto desde mi punto de vista clave es el número de años contemplado para el cálculo de la base de cotización. Si hablamos de 35 años para el derecho al 100%, esos son los años que deben usarse, eso es Equidad. Los técnicos después que nos explique si eso lleva a un cambio de la masa global que implica otro tipo de consideraciones como número de años elegibles o años que se actualizan. Cualquier otra componenda dejará contentos a unos e insatisfechos a otros, como se ha visto a las primeras de cambio, pero no conseguirá algo que a mi entender se ha olvidado, generar interés o al menos evitar picaresca en las generaciones que ahora ven con mucha distancia esa fecha de jubilación y esperemos que no de invalidez.

-Sin embargo, por encima de estas consideraciones, lo que no alcanzo a entender es el por qué ahora. Como digo llevo años creyendo que el tema debía estudiarse y tomar decisiones al respecto, me imaginaba un grupo de técnicos de los partidos preparando “hechos y datos” para después discutir el tema y plantearle a la sociedad aquellas conclusiones que fueran mejor para todos, lideradas lógicamente por el gobierno correspondiente.
Pero precisamente ahora que la sociedad necesita confianza, decisiones económicas que incentiven y/o provoquen que las empresas contraten personas, actuaciones que lleven a la banca a asumir su papel de generadoras de negocio, pactos de estado que aplacen las constantes broncas que alejan a la sociedad de los políticos, bien pues en este marco es cuando se presenta a bocajarro este documento sin consenso previo.

Sinceramente un poco de Marketing es bueno no sólo para las elecciones, también para dirigir las actuaciones de los dirigentes de una empresa, de un ayuntamiento o del país.
Ahora lo que se esperaría de los dos partidos gobernantes (las autonomías también son gobierno) son propuestas realistas para crear empresas, aumentar empleo y mejorar el acceso al crédito. Lo demás puede esperar.

Mi conclusión es que se han perdido muchas horas de técnicos y políticos y que un día de estos empezarán realmente a estudiar el tema, ya nos contarán, pero así no se construye confianza que es lo que realmente necesita este país.

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