15 de agosto de 2011

Confianza en el Empresario


En alguno de mis primeros blogs traté de trasladar una experiencia personal sobre la imagen del Empresario en la cultura colectiva de nuestro país, ahora tras ver una encuesta de Metroscopia publicada en El País, por otra parte coincidente con el mal uso que en el 15M algunos han hecho del término, no me resisto a volver sobre el tema.

Dicha encuesta sobre Confianza Ciudadana indaga sobre aquellas actividades y personas que inspiran, o no, confianza a los ciudadanos; un breve resumen sería que sobre 40 actividades los científicos(7,4 de nota) resultan los más confiables, los políticos y sus partidos (2,8) los menos y que suspenden algo más de la mitad de los estamentos incluidos Defensor del pueblo, abogados, multinacionales (4,5) ...-

En el análisis se comentan algunos de los aspectos incluido el de la “esperanzadora novedad que supone la popularidad de las Pymes (6,6) en un entorno dónde falta espíritu emprendedor”

Hasta aquí lo leído, pero lo que me gustaría comentar es lo incongruente que sigue siendo en nuestra cultura el concepto que se tiene sobre el Empresario... ¿o quizá sobre la lengua castellana?

De perogrullo es decir que una Pyme la constituye uno o más empresarios que junto a algunos trabajadores crean un esfuerzo colectivo que permitirá a unos y otros alcanzar sus objetivos. Como bien es conocido además en este país el 80% de los trabajadores estamos en este tipo de empresas.
¿Cómo puede ser entonces que la imagen del empresario sea tan denostada como para que la confianza sea del 4,6 por debajo de Las grandes empresas españolas (5,2) y similar a la de las multinacionales (4,6), cuando en estas el número de empresarios es mínimo?
El propio diccionario de la RAE, permítaseme la licencia, es ambiguo y define por empresario tanto al emprendedor como al directivo y puestos a ahorrar esfuerzo es fácil no separar grano de paja, pero en momentos como los actuales dónde vemos tantos desmanes por la gestión corto-placista de algunos directivos y tanto pequeño empresario sufriendo para pagar nóminas e IVA, creo que es importante que todos hagamos un esfuerzo por evitar la confusión.

Si queremos emprendedores, y este país los necesita, no podemos permitir que la sociedad siga desconfiando de ellos aún cuando creen empresas confiables.