28 de noviembre de 2008

Liberalismo y Economía de Mercado

Cuando alguno de nosotros tiene un pleito y ha de presentar ante un juzgado los argumentos que demuestren sus razones, ha de esgrimir aquellas pruebas que muestren que los suyos son los ciertos y no los argumentos propuestos por la otra parte, sin embargo esos argumentos no pueden construirse con mentiras o falsedades ya que entonces podría estar cometiendo incluso un delito.
Sin embargo en política no suele ocurrir eso ya que aún que se construya sobre falsedades después las elecciones pueden decidir cualquier cosa, aún cuando no haya armas de destrucción masiva o que los familiares se enriquezcan extrañamente.
Escuchamos y leemos estos últimos tiempos a algunos políticos, con sus apoyos periodísticos correspondientes, defender la economía de mercado mediante argumentos que son expresiones del liberalismo más extremo. Al igual que en los aspectos sociales no puede confundirse Comunismo con Socialismo o Socialdemocracia, en economía hay que diferenciar distintos conceptos si queremos acercarnos al tema sin incurrir en falsedades que anulan nuestros argumentos; expongo las que a mi parecer son de los más habituales:

Economía de mercado y especulación
No es sólo semántica la distinción que debe hacerse entre algunos de los términos manejados en los comentarios que se hacen sobre estos temas; algunas definiciones previas:
Economía de mercado según el diccionario es el “sistema económico en el que las decisiones tienden a obtener el mayor beneficio según los precios de la oferta y la demanda con un mínimo de regulación”, dicha regulación en el artículo 38 de la Constitución española viene dada por “la economía general y su planificación”
Sin embargo “efectuar operaciones comerciales o financieras, con la esperanza de obtener beneficios basados en las variaciones de los precios o de los cambios. Procurar provecho o ganancia fuera del tráfico mercantil” es la definición de diccionario de Especular.
Como vemos defender la economía de mercado no es lo mismo que defender la especulación, además planificar la economía no es ir contra la misma.
La defensa a ultranza que hacía Bush antes de la última reunión del G23, no era más que una más de esas mentiras encubiertas. No era el mercado lo que trataba de defender, era Su mercado, es decir su forma de ver el mercado, dónde no hay más norma que “con el dólar se puede todo”.
Vender “riesgos hipotecarios empaquetados”, puede denominarse de muchas formas, pero en castellano quien lo compra desde luego especula, sin embargo, conviene aclarar que para que haya “Libre mercado” ha de haber claridad en la información del producto que se vende y en este caso no siempre ha sido así.

Libre Comercio. Ahora que se pretende finalizar las negociaciones de Doha (OMC), con independencia de lo que resulte de dichas negociaciones, hay que distinguir lo que significa “Libre” para unos y para otros.
Los países ricos llamamos mercado libre, básicamente, a que se anulen los aranceles que cargan las importaciones de otros países. En principio parece justo, pero si a un país pobre no le dejamos que sus arcas se surtan de estos ingresos además de que de esa forma posibilite el desarrollo interior de su industria o agricultura estaremos construyendo un Comercio muy poco Libre.
Además en nuestro País dónde tanto solemos quejarnos de que Europa nos impida cultivar determinado producto solemos olvidar que los países ricos subvencionan por unos y otros medios la mayor parte de su agricultura, pesca y ganadería (gasoil, precios tasados, seguros subvencionados, paro agrario, energía, compras estatales...). Muy justo de puertas para adentro pero no respecto a los países pobres productores de esos mismos productos; sólo como ejemplo reflexionemos sobre las naranjas españolas, el algodón o maíz en EEUU, la ganadería en Europa... .
Algunas de esas protecciones muchas veces llegan a ser muy sibilinas, distinguir si son verdades o “pruebas montadas” no siempre es sencillo, me refiero ahora a las normas técnicas y de seguridad o a la propiedad intelectual; no es necesario extenderse en ejemplos pero podríamos utilizar las referencias del software o de los productos farmacéuticos como algunos de los más discutidos. Si en nuestra comunidad de vecinos dejamos que el Vecino Rico decida por su cuenta, todos tendríamos que instalar sistemas de vigilancia de última tecnología con unos costes de mantenimiento tremendos, suerte que eso no es así por que la mayor parte de los vecinos no nos lo podemos permitir aún que sepamos que es bueno. Lo mismo ocurre en el comercio, en ocasiones nuestras naranjas no entran en EEUU por que tienen controles fitosanitarios muy fuertes (así defienden a las de California) y nosotros hacemos lo mismo con los vecinos.
Quizá si hubiera más transparencia y conociéramos los costes reales, no sólo las versiones interesadas, el Comercio sería más libre al tiempo que justo, aún que para ello además habría que liberarse de determinadas ataduras culturales y chovinistas.

Biocombustibles
Como un capítulo aparte del comercio debe tratarse el tema de los biocombustibles. Suele ocurrir que en la información se mezclan cosas dando una resultante dónde es difícil separar la paja del grano. Desde algunas posiciones, bien intencionadas, se ha criticado el avance que está teniendo el desarrollo de los biocombustibles, volvemos, desde mi perspectiva a una visión errónea de la defensa de los intereses globales, en base a la perspectiva del Vecino Rico. Está claro que si la remolacha en España se cultivara para biocombustible sería caro y muy poco ecológico o que si en EEUU subvenciono el maíz para su uso como alcohol subirá el precio en Mexico, pero el error está en la subvención no en el uso. Sin embargo una de las propuestas más esperanzadoras que he escuchado en los últimos tiempos es el acuerdo al que han llegado Lula da Silva con países de África para apoyar el desarrollo en el continente más pobre de la agricultura y tecnología de los biocombustibles a partir de la caña de azúcar. Esperemos que, si el proyecto avanza, los Vecinos Ricos, compremos ese combustible y no nos dediquemos a buscar justificaciones para evitar que el Vecino pobre desarrolle su economía.

Mercado de capitales
Este es seguramente el más desviado de lo que sería realmente las reglas de oferta y demanda, que teóricamente debieran regirlo, sin embargo es el mercado más cercano al de la pura especulación y la mentira.
Algunos de los aspectos que más lo desvían son:
-La falta de transparencia ya que eso permite mezclar en el mercado dinero procedente de cualquier origen lícito o no (droga ?), con destinos seguros o no, en este sentido los últimos años hemos visto el poder que ha alcanzado la ingeniería financiera con inversiones no siempre claras ya que la proliferación de fondos de fondos ha hecho imposible su seguimiento.
-Los paraísos fiscales, que aprovechándose de los beneficios del dinero no tienen las responsabilidades (sociales, fiscales, legales) de la mayor parte de los países dónde se ha Producido ese dinero por lo tanto no funcionan acorde a una real Economía de Mercado.
-El tercer aspecto pero quizá el más importante es el de las reservas. Desde una visión simple, los países en desarrollo prestan el dinero a Estados Unidos a bajo interés para que este pueda crecer más en vez de prestárselo entre los demás a un interés más alto lo que permitiría un mayor crecimiento de las reservas del propio país.
Es este uno de esos esquemas económicos que cuando se intentan comprender resultan indigestos. El Vecino Rico (Reserva Federal) tiene credibilidad, mientras el resto de vecinos no nos fiamos demasiado unos de otros. Entre los fondos soberanos de Países Árabes y de China, podrían modificar substancialmente el equilibrio de este Mercado, la demanda en este caso podría modificarse mediante un mayor peso de la demanda del euro o de la “moneda global” (Bancor según Keynes).
El mayor problema es que quién define las normas, acepta existencia de paraísos fiscales y define criterios de reservas y déficit son los mismos que vienen incurriendo en los errores conocidos (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial.) pedirles el haraquiri quizá sea demasiado.

Así pués desde la propia Economía de Mercado pueden aparecer soluciones a las desviaciones que han surgido en los últimos tiempos, pero está claro que para ello, en primer lugar hay que diferenciar entre Economía de Oferta y Demanda regulada y la pura especulación.
A partir de ahí la conclusión es clara apóyese la Demanda, es la mejor manera de apoyar la Oferta. La especulación, tan defendida por neoliberales, que cuide de sí misma.